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¿Vuelta al cole? 10 claves para mejorar la productividad laboral

Acumulación de correos y tareas, madrugones, tráfico matutino, transporte público a tope, cuesta (muy arriba) de septiembre, fin de la jornada intensiva, días que empiezan a hacerse más cortos, ¿productividad laboral? imposible…

Septiembre siempre ha sido un mes plagado de connotaciones negativas, ya que a la clásica depresión post-vacacional se suma el gasto extra en material escolar y en la gran compra inicial que llenará una despensa en la que estos últimos días tan solo se oía eco.

Desde Vindex te proponemos un reto: transformar todas las desventajas que tiene la vuelta al “cole” en oportunidades. ¿Cómo? Si sientes mayor realización y eficiencia en tu trabajo, seguro que tendrás una actitud mucho más positiva en tu día a día, que trasladarás a los demás ámbitos de tu vida.

Para empezar estos primeros días con buen pie, a continuación te damos 10 consejos que te ayudarán a mitigar los efectos de la depresión post-vacacional y mejorar la productividad laboral.

  1. Descansa. Después de haberte acostumbrado a dejar de lado los horarios y el despertador, te parecerá imposible volver a la rutina. Sin embargo, y aunque al principio implique un mayor esfuerzo acostarte y levantarte más temprano, para rendir al máximo en tu trabajo y fuera de él necesitas dormir las horas necesarias –unas 7-8 horas- para que tu cuerpo se recupere y te permita empezar el día con la máxima energía. Si te levantas antes no tendrás que hacer una estresante maratón cada mañana para llegar a tiempo al trabajo y, además, te permitirá tener la mente preparada en lugar de adormilada.
  2. Planifica el día y la semana. Apunta todas las tareas que tienes que realizar cada día y la fecha o plazo en la que deben estar listas, así como las reuniones y eventos que tengas a lo largo de la semana. De esta manera, serás consciente de todo lo que tienes que hacer y podrás ir tachando aquellas tareas que ya hayas completado.
  3. Distingue lo urgente de lo importante. En ocasiones nos cuesta priorizar y diferenciar lo urgente de lo importante, nos ponemos a realizar una tarea cuando quizá había otra más prioritaria y la dejamos a medias para empezar con la nueva. Apuntando lo que debes hacer, como te explicamos en el segundo punto, además podrás determinar aquellas tareas que, además de ser importantes, son prioritarias y diferenciarlas de las que únicamente son importantes, pero no tan urgentes.
  4. No practiques el multitasking. Hace unos años se puso de moda el multitasking, es decir, hacer varias cosas a la vez. Sin embargo, ya se ha demostrado que no es la mejor forma de trabajar. Lo mejor es que hagas una tarea y después otra, serás más eficiente y tendrás mayor concentración en lo que estás haciendo. Si te surge una idea relacionada con otro tema, apúntala, más tarde tendrás tiempo para repasarla.
  5. Controla los “ladrones del tiempo”. El correo, las reuniones imprevistas, las redes sociales, las llamadas… Es cierto que a veces son inevitables e ineludibles, pero debes tenerlos en cuenta para evitar más distracciones de la cuenta. Consulta el correo solo cuando sea estrictamente necesario, por ejemplo, al llegar a la oficina, al mediodía y por la tarde o cuando llega algo realmente urgente; desconecta de tus redes sociales cuando estés en horario laboral; evita convocar reuniones excepto cuando sean realmente útiles…
  6. Haz pequeños descansos. Si eres de las personas que esperan a que llegue la hora de comer para levantarte de la silla, seguramente esto que te proponemos te parezca de otro planeta. Sin embargo, el hecho de descansar, aunque sean 5 o 10 minutos tras la finalización de cada tarea (de una o dos horas de trabajo, por ejemplo), no implica perder el tiempo, sino que ayuda a desconectar de esta y a tener la mente fresca de nuevo para cuando se empieza la siguiente. Eso sí, que los descansos no impliquen tener delante una pantalla (TV, móvil, etc.), sino que sean tomando un café o té, charlando con un compañero o dando un paseo por la oficina.
  7. Empieza con las tareas más tediosas. El poder de concentración es mayor durante las primeras horas de la jornada. Por ello, si escoges realizar primero las tareas más complicadas o aburridas te será más fácil y rápido completarlas y después te costará menos ponerte con las que más te agradan, ¡hasta se te hará el día más corto!
  8. Mantén el orden. Cuanto más ordenado esté tu escritorio, tanto el de tu mesa como el de tu ordenador, así como tus carpetas y documentos, mejores condiciones tendrás para trabajar. Si sabes dónde encontrar cada cosa no perderás tiempo buscándola.
  9. No estés siempre disponible. Las personas no somos máquinas y, por tanto, necesitamos desconectar y tener nuestra vida personal fuera del trabajo (familia, tareas del hogar, deporte, etc.). El horario laboral existe para cumplirlo y para que se permita al trabajador desconectar una vez ha salido del trabajo, sin llamadas, mensajes ni otras interrupciones. A no ser que se trate de algo verdaderamente importante o de una crisis empresarial, todo puede esperar al día siguiente. Al final, si acostumbras a clientes y compañeros a que pueden contar contigo 24/7, acabarán esperando que siempre estés a su disposición.
  10. Delega. Es posible que haya ocasiones en las que no llegas a todo. Es por ello fundamental que sepas delegar aquellas tareas que sabes que te van a quitar más tiempo y confiar en que tus compañeros también las pueden hacer. A veces es imposible abarcar todo, así que no te preocupes porque eso no significará que eres menos eficiente, sino que en determinados momentos tienes más trabajo del que puedes asumir.

Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para tener una vuelta de vacaciones mucho más llevadera y mantener las buenas costumbres durante todo el año. Si quieres leer más sobre temas empresariales y otras claves, consulta nuestro blog.

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